Gretel y Hansel

Había una vez…
dos hermanos llamados Gretel y Hansel.
Ellos vivían a la vera de un bosque con su padre, un
laborioso leñador, y su madrastra, una señora que no gustaba mucho de los niños. Eran días difíciles en aquellos lugares porque escaseaba el trabajo y llegó un día en que ya no tuvieron en la casa para darles de comer. Entonces la madrastra convenció al padre de enviar a Gretel y a
Hansel al bosque, argumentando que así los pequeños tendrían una oportunidad de encontrar otro hogar donde vivir y que eso sería mejor que verlos adelgazar hasta los huesos junto a ellos. Lo que hicieron fue darles el último pedazo de pan que quedaba en la casa desde tiempos tan lejanos que la memoria ya no les alcanzaba para recordar, entregarles el hacha que pertenecía a la familia desde tiempos en que el padre era un próspero leñador y los enviaron al bosque en busca de tiempos mejores, que hacía rato no se dignaban a pasar por su casa. A los niños les dijeron que debían ir a recoger leña para entibiar el hogar y ellos así lo hicieron, adentrándose en un espesor de árboles y setos. El lugar estaba habitado por una bruja y sus extravagantes colaboradores. Esta bruja, al divisar que los chicos habían ingresado en el bosque, pergeñó un plan: atraer a los niños hacia su casa, darles de comer hasta dejarlos desbordantes de salud y cachetes, y prepararlos para la gran cena, donde ellos serían… el plato principal.
El aprieto en que los niños se vieron y de cómo se las arreglaron para salvar el pellejo es lo que Compañía del Revés nos cuenta que alguien, allá lejos y hace tiempo, alguna vez contó.

Ver video: http://www.youtube.com/watch?v=vsRujLco8Dw

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